Saber decir que NO ante una propuesta de relación que no me interesa, poder decidir con quién quiero compartir mi tiempo de ocio, entender la diferencia entre un espacio público y otro privado, evitar presentar conductas inadecuadas en contextos públicos… son ejemplos de objetivos a alcanzar en terreno de la Educación Afectivo Sexual con los/las alumnos/as y usuarios/as de la Fundación Purísima Concepción.
Para conseguirlo, todos los trabajadores de la mano de la Comisión de Ética de la Fundación reciben información y formación en el campo de la Educación Afectivo Sexual. En cursos anteriores ya se dio a conocer la “Guía de criterios orientativos ante conductas afectivo-sexuales”, herramienta que orienta y hace reflexionar a los profesionales a la hora de intervenir en una conducta sexual inapropiada.
Ahora, dando un paso más, representantes de la Comisión presentan en cada dispositivo el “Protocolo de canalización de conductas sexuales”, cuyo fin es conseguir que todos los profesionales actúen de forma unánime ante las conductas afectivo sexuales; consiguiendo que aquellas que sean inadecuadas puedan ser canalizadas hacia su intervención y mejora.
De esta manera se consigue unificar criterios de actuación entre los profesionales, apoyando a la persona y a las familias en el abordaje de aquellas conductas que pueden resultar inapropiadas socialmente, llevando a cabo planes individuales, intervenciones grupales, elaboración de registros e informes, estudio de situaciones por parte de la Comisión de Ética y, si fuera necesario, contar con el asesoramiento del Comité de Ética de las Hermanas Hospitalarias con sede en Madrid.
Mientras tanto, nuestros chicos y chicas con su comportamiento día a día nos confirman que el trabajo unificado con criterios comunes y la reflexión conjunta entre profesionales nos permite dar una educación de calidad y sentar las bases para un desarrollo inclusivo en todos los ámbitos de la vida.
