Desde nuestros Centros Ocupacionales se trabaja con el fin de que las personas con diversidad funcional trabajen habilidades que les ayuden a la incorporación al mercado laboral y convertirse así en ciudadanos de pleno derecho.
En la sociedad actual, cualquiera de las habilidades que se busque desarrollar no tiene sentido si no se tienen en cuenta las nuevas tecnologías y se introduce de forma directa el uso de los ordenadores en los quehaceres diarios de los mismos.
La utilización de las nuevas tecnologías en la educación, rehabilitación y/o reinserción social de personas con discapacidad implica una innegable mejora en su calidad de vida. En muchos casos produce un punto de inflexión, un antes y un después de manejar los ordenadores, abriendo este después una multiplicidad de caminos antes impensables para la inserción socio-laboral de las personas con discapacidad intelectual.
Gracias a la aportación de 32.250,54 euros de la Fundación ONCE, el proyecto: Ciudadano Digital: competencias y habilidades tecnológicas como palanca de Inserción Laboral ha proporcionado talleres con zona informática adaptada y equipamiento informático más específico. Ya que existen muchos usos del ordenador y programas que podemos utilizar, pudiéndose adecuar a las capacidades de la persona.
El uso de las nuevas tecnologías debería ser una herramienta de integración para las personas con discapacidad, y no un motivo de exclusión.
Las nuevas tecnologías y las redes sociales han introducido profundos cambios en nuestro entorno y en las maneras de relacionarnos con los demás. Pero el acceso a las nuevas tecnologías para algunos individuos o grupos sociales puede verse condicionada por diversas barreras. El colectivo de las personas con diversidad funcional no son una excepción y, por eso, se tienen que adoptar medidas no solamente para que no queden excluidos, sino para que las TIC les den oportunidades para mejorar su calidad de vida, de optar a más lugares de trabajo o de relacionarse de manera más fácil con los demás.
Numerosos informes indican que en España la accesibilidad de las TIC dista mucho de ser la adecuada para este colectivo. Gracias a entidades como Fundación Once, poco a poco se reporta al colectivo las herramientas necesarias para que aumente su empleabilidad mediante la elaboración de programaciones y materiales accesibles.