Los animales se han convertido en un compañero indispensable para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad. Desde los perros lazarillo que acompañan a las personas con discapacidad visual a los que con intervenciones individualizadas y personalizadas ayudan a mejorar el funcionamiento cognitivo, físico o social, complementando de este modo a las terapias más convencionales.
Este tipo de terapia requiere de una participación combinada: del experto en TAA –Terapia Asistida con Animales- junto a los profesionales del recurso. Nuestros expertos son Hachiko Educación Canina, de la mano de Nicolás y con ayuda de Rufino, Garbanzo, Pecas y Padi -que según la atención necesaria-, vienen unos u otros.
Dentro de una sesión el animal actúa como un mediador social favoreciendo la comunicación, facilitando la expresión y control de emociones; ayuda a potenciar la autoestima y la confianza en uno mismo, fomenta la participación en grupos, la empatía y las relaciones interpersonales. Asiste en la relajación y efectos tranquilizadores a nivel psicológico… además los animales no tienen prejuicios ni discriminan a nadie, por lo que son los ayudantes perfectos para asistir a quien necesita comprensión y motivación.
Para las personas que atendemos, el encuentro con ellos es un gran momento, y tras tantos meses sin poder realizar la terapia por las circunstancias que vivimos, no hay más que ver sus caras para comprobar el vínculo emocional que se crea entre ellos y los animales.