Mayo es un mes de gran importancia para los cristianos en todo el mundo. Durante este mes, diversas celebraciones y tradiciones religiosas tienen lugar, recordándonos la relevancia histórica y espiritual que mayo representa en la fe cristiana.
En primer lugar, mayo es conocido como el mes de la Virgen María. La figura de María, madre de Jesús, ocupa un lugar especial, es considerada un modelo de fe, humildad y amor maternal, inspirando a los fieles a seguir su ejemplo de entrega y obediencia. Este año desde el área de Pastoral se ha profundizado en su vida, desde que nació hasta su Ascensión a los cielos, a través de fichas interactivas y videos. También se han realizado altares, y flores de manualidades en su honor.
Otra festividad importante que ocurre en mayo es Pentecostés, que se celebra cincuenta días después de la Pascua. En Pentecostés, se conmemora la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles y la formación de la Iglesia. Este evento marcó el inicio de la difusión del mensaje de Jesús y el fortalecimiento de la comunidad cristiana. Pentecostés nos recuerda la importancia del Espíritu Santo en nuestras vidas y la responsabilidad de llevar el mensaje del amor y la salvación a todos los rincones del mundo.
Como celebración central el 31 de mayo, siendo el día de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, patrona de la Congregación, y conmemoración del 142 aniversario de la fundación de las Hermanas del Sagrado Corazón de Jesús, se celebró una Eucaristía a la que nos acompañaron los Hermanos Claretianos, las Siervas de San José y los Hermanos de San Juan de Dios. Residentes y resto de personas en nuestros centros tomaron chocolate y churros y un almuerzo especial.
COMUNIONES
El mes de mayo también brinda la oportunidad de renovar la fe y compromiso con Dios. Para 8 alumnos/as del Colegio Purísima Concepción, tras el sacramento de la Reconciliación –fiesta del perdón-celebrado unas semanas antes, recibían por primera vez la Comunión el pasado sábado 3 de junio, junto a familias y compañeros. Que este mes nos inspire a seguir el ejemplo de María, a vivir en comunión con el Espíritu Santo ya ser testigos del amor de Cristo en el mundo.
