Nuevas oportunidades de empleo gracias a la formación de ‘Gestión en punto de venta’

Desde la Fundación Covirán se viene trabajando en un modelo colaborativo que presta mucha atención a la formación en igualdad de oportunidades y al intercambio de experiencias, conocimientos y valores

Siguiendo con los ciclos formativos dentro de nuestros itinerarios de formación y empleo, hace unos meses que 20 alumnos -en dos grupos- comenzaron un módulo de gestión en punto de venta que se imparte en la Escuela de Comercio de Covirán. Entidad que en los últimos años ha centrado su prioridad en la formación de trabajadores y de personas en riesgo de exclusión, en políticas de igualdad de oportunidades entre los empleados y en el compromiso por facilitar a las personas con discapacidad la plena accesibilidad en sus centros de trabajo y en sus desplazamientos por los supermercados.

Es un programa piloto, donde el alumnado coge experiencia profesional real. Un programa de capacitación profesional donde los aprendizajes se realizan en contextos de trabajo existentes, permitiéndoles acceder a un entorno inclusivo en la comunidad, aprendiendo una actividad laboral nueva y diferente a los roles que tenemos en nuestros centros.

Con el objeto de entrenar competencias básicas de tienda aplicando conceptos aprendidos y trabajo en equipo, los formadores, personas especializadas en esta área de trabajo los forman entre otros temas, gestión de residuos, en organización y colocación del producto en función de las zonas, reposición lineal, animación del punto de venta, exposición del producto en función del mobiliario… y un examen de manipulador de alimentos.

Durante el proceso de formación se busca fomentar la confianza, la autoestima y la propia independencia el alumnado, brindándoles la oportunidad de adquirir las habilidades que promuevan el trabajo en equipo, la comunicación efectiva y el desarrollo de habilidades sociales.

Destacar que esta formación se adapta a las necesidades y capacidades específicas proporcionando el enfoque inclusivo y personalizado, resaltando que esta formación no solo beneficia a las personas con discapacidad, sino también a las empresas y empleadores.

Estas iniciativas contribuyen a la construcción de entornos laborales inclusivos, fomentando la diversidad y ofrecen a las empresas la oportunidad de aprovechar el talento y las habilidades de un grupo de trabajadores que muy a menudo están subrepresentados en el mercado laboral.

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